Desde luego el señor Sébastien
Loeb, afortunadamente para nosotros, es un hombre de culo inquieto, y tras su
retirada parcial del mundo de los Rallyes ha decidido afrontar nuevos retos,
entre otras, y ya marcado en rojo en el calendario de todo aficionado al mundo del
motor que se precie, la subida a Pikes Peak el próximo 30 de Junio.
Para ello contará con el respaldo
de Peugeot ( Grupo PSA al igual que Citroën) y desde luego la marca gala se ha
propuesto darle al nueve veces campeón del mundo un coche a su altura, para así
emular las victorias que consiguieron en
1988 y 89.
El “Pepino” en cuestión es un 208
T16, que los ingenieros de la marca del país vecino se han ocupado de aderezar
a la ocasión, tanto por dentro como por fuera. En cuestión de peso han logrado
que el aparatillo baje hasta los 875 kg, lo que unido a los 875 CV de potencia
le proporciona una increíble relación peso potencia. Desde luego no estamos
ante un coche de calle “tuneado”.
Bajo el capó negro de la bestia
se esconde un V6 biturbo, apoyado en la tracción a las 4 ruedas, situándose en
posición central trasera, como los míticos grupo B, desarrollándose todo el
conjunto alrededor de un chasis tubular. Además, todo el sistema de ejes,
frenos y el impresionante alerón trasero viene directamente de su hermano mayor
de Le Mans, el Peugeot 908HDI FAP.
Un último dato, se dice que el 0 a 100; 1,8 segundos…
Una línea de salida a 2.865 metros de altitud, una línea de meta a 4.301
metros, 18 horquillas y 156 curvas a las que tendrá que hacer frente Loeb a los mandos de esta fiera de 875
caballos que ha sido calzada con neumáticos Michelin
para la ocasión. Esperamos ver a este T16 en lo más alto.
Sergio.
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